BITACORAS TERCER PERIODO.
Bitacora primera semana ultimo periodo.
Bitacora segunda semana ultimo periodo.
Esta semana nuestro capitán nos volvió a motivar para seguir luchando este guerra que dentro de poco iba a tener fin, nos dijo que íbamos a tener una gran visita de un científico lector que nos iba ayudar a interpretar la información de los análisis de sangre de los zombies para por tener la cura y también tuvimos nuestra clase de historia normal acerca de la Edad Media. El día jueves no tuvimos clase por un desarrollo y mejora a un lado de una barrera llamada proyecto la cual había sido debilitada por los zombies.
Bitácora tercera semana ultimo periodo.
Esta semana la capitana nos dio un gran consejo de historia acerca del Renacimiento y la Edad Media, en la cual no indico algunas estretyegias de lectura de batalla contra zombies para matarlos, depués de habernos dado la clase nos coloco un quiz en el cual debiamos matar todos los zombies capturados con los metodos que ella enseño previamente, luego el día jueves trabajamos arduamente acerca del trabajo de pelea contra zombies en el cual esta vez no estuvo presente la capitana.
Bitácora cuarta semana ultimo periodo.
Bitácora quinta semana ultimo periodo.
Bitácora sexta semana ultimo periodo.
BITACORAS SEGUNDO PERIODO.
El hospital Neurocastellana trata a diario un sinfín de enfermedades ocasionadas por el lenguaje. Afortunadamente, se cuenta con neuronas altamente calificadas para tratar a miles de pacientes que llegan cada día con patologías diferentes. Sin embargo, en algunas ocasiones se presentan casos muy atípicos que solo una neurona jefe es capaz de solucionar, además, ella cuenta con otras tres neuronas que le ayudan a descifrar el misterio de algunas enfermedades.
Su nombre Sayuri, más conocida como Dra. Smart, quien es una especie de genio pero a su vez es desconfiada y lleva una vida solitaria. Entre sus pasatiempos favoritos está molestar a sus pacientes y jugar con la lógica de las palabras o las acciones que realizamos a diario los humanos. Para ella todo el mundo es estúpido, menos ella, por supuesto.
Una noche cualquiera, la Dra. Smart estaba tocando el piano en su casa, tomando un rico vino y disfrutando de su soledad, cuando de repente empezó a sonar su neurotransmisor. Ella, un poco disgustada se incorporó de su silla y se dirigió a recibir el mensaje que era un MUN, (Mensaje urgente neuronal) Es decir, una código utilizado en los momentos en que la necesitan urgente en el hospital.
Así pues, Sayuri se cambió de ropa y salió en cuanto pudo para El Neurocastellana. Al momento de entrar se encontró con sus “niños”, (así era como llamaba a sus tres ayudantes personales) Entre los “niños” estaba la Dra. Unipolar, el Dr. Bipolar y el Dr. Multipolar, que, a pesar de que ninguno de los tres o los tres juntos lograba superar el ingenio y la inteligencia de la Dra. Smart, juntos sabían complementarse y cada uno tenía una especialidad. Cierto es que, la Dra Smart también trata en ocasiones a sus “niños” como si fueran estúpidos, y la mayoría de veces les habla de la forma más sarcástica que se le ocurra. Como es natural, cualquiera estaría cansado de un trato así, pero los 3 doctores lo disfrutaban y apreciaban mucho el poder trabajar para Sayuri, lo cual le hacía elevar más su ego.
Entonces, al momento de entrar al hospital su primera pregunta fue: ¿qué tenemos aquí? Inmediatamente el Dr. Bipolar empezó a contarle sus síntomas de una forma muy rápida, con la intención de que Smart se interesara por el caso. Le explicó que el paciente tenía 15 años, y sus síntomas eran falta de memoria para aprenderse los prefijos de algunas palabras, además, presenta una hemorragia interna provocada por un monema y concluyó con que presentaba en la piel un brote llamado Lexema. La Dra Smart miró a los 3 chicos con cara de “partida de estúpidos, esos síntomas son de una enfermedad llamada Morfología”, sin embargo, no dijo esas palabras, solo dijo: Con que pensás que es un caso muy grave, andá y consulta en la enciclopedia enfermedades que empiecen por la letra L, M y N, a ver que encontrás. Y salió.
Smart, un tanto indignado se dirigió a su morada con las ganas hasta el cielo para irse a dormir, y, efectivamente, eso hizo.
Amaneció, y como era de costumbre en ella, llegó tarde al hospital. Al llegar esperaba que sus pupilos ya hubieran dado con la enfermedad que presentaba en paciente, que por cierto ni su nombre sabía entonces lo apodaba el chico ‘Morfo’. Así pues, se dirigió a su consulta y se encontró a los 3 médicos con cara de preocupación, sí, que gran sorpresa se llevó Smart cuando Unipolar le comentó que el ‘Chico Morfo’ estaba presentando nuevos síntomas. Tal parecía que ahora el chico estaba manifestando muy buena memoria y se había aprendido todos los afijos, solo hablaba de ellos. Así que Smart decidió ir a ver al ‘Chico morfo’. Fue raro ya que ella nunca visitaba un paciente, toda la información la obtenía a través de sus ‘niños’.
Al entrar en la habitación se encontró con el ‘Chico morfo’ muy concentrado escribiendo algo en una libreta, Smart le preguntó que era y el chico respondió que era una Crónica de Viaje. Smart se sorprendió cuando el muchacho le dijo lo que era y solo pensaba para sus adentros: ‘¿Una crónica de viaje? ¿Quién es tan estúpido para pensar que estar en un hospital se puede tomar por un viaje? Muchacho idiota, con razón está acá” Sin embargo, al Smart acercarse al escrito del adolescente pudo observar que solo escribía prefijo o sufijos, no había rastros de palabras completos lo que le permitió sacar un nuevo diagnóstico.
Salió de la habitación derecho para su consulta a comentarle a sus pupilos lo que había descubierto. Después de decírselo, ellos no notaron relación alguna entre todos los síntomas que habían hasta el momento, sin embargo hicieron un gran esfuerzo por conectarlos.
Así se la pasaron todo el día, pensando y pensando en el ‘chico morfo’ y en sus síntomas, mientras él trabajaba arduamente en su crónica de viaje y simultáneamente la analizada. Quería saber todo sobre su argumento, su estilo, su coherencia, la adecuación y un sinfín de cosas más. Mientras tanto, Smart estaba sentada en su habitación, haciendo rebotar una pelota para arriba y para abajo. Perdida en sus cavilaciones. Hasta que ¡Pum! Reaccionó y se le ocurrió una manera definitiva de saber que le ocurría al ‘chico morfo’ decidió ponerlo a leer un libro llamado ‘La metamorfosis’